Pienso, luego grito. Amo, luego existo

Del Prólogo de Pedro J. Martín:
«La poesía que nos regala Carmelo Bautista Mira son pequeñas lecciones de vida, reflexiones cotidianas que acontecen a nuestro alrededor y que él las envuelve con un manto de bellas palabras para endulzar nuestros oídos. La poesía de Carmelo es la verdad desgarrada transcrita sobre el inmaculado papel. Nos muestra la muerte tal y como es, nos enseña la doble cara del amor, nos habla de lo cruel que se muestra el tiempo, de aquellos recuerdos de juventud que se nos fueron escapando entre los dedos, del amor hacia nuestros hijos y hacia aquellos que fueron quedando en el camino, nos habla de cicatrices y de caricias, de lo fugaz que puede resultar un pensamiento, de los incomprendidos y de los refugiados, y nos habla de lo vivo que estamos pero también de lo efímera que resulta nuestra existencia. En cada poema hallamos un poco de luz, de esperanza, pero también de dolor, porque en cada estrofa nos muestra la vida tal y como se muestra, con sus espinas y sus pétalos, con sus luces y también con sus sombras. Y entonces te das cuenta de que no hace falta ser un entendido en poesía para degustar este poemario, porque lo que acontece en el interior de estas páginas ha surgido desde el corazón de su autor, y lo que se hace con sentimiento no necesita ser explicado ni entendido, simplemente se adentra en nuestro interior y pasa a formar parte de nosotros».